lunes, 24 de mayo de 2010

País generoso - YPF importará petróleo debido a la escasez en Argentina

Por primera vez desde la década de los setenta, las petroleras que operan en Argentina deberán importar gasolina para abastecer un mercado con algunos establecimientos desabastecidos.

YPF -la filial argentina de Repsol YPF- será la empresa que concretará la importación, de unos 50 millones de litros, para cubrir durante más de un mes la demanda de gasolina de alta calidad. Se intentará así acabar con escenas como las que se repiten en algunas de sus gasolineras, en las que se acumulan largas colas de vehículos o cierran por unas horas con carteles que dicen: "No hay combustible. YPF no entrega".
Expertos en energía, tanto los defensores del libre mercado como los que abogan por la reestatalización de YPF, advierten que en la última década Argentina no ha invertido lo suficiente para aumentar la producción de petróleo y gasolina. La consecuencia es la escasez actual de gasolina, que se suma a la que en determinadas épocas del año se registra también con el gasóleo y el gas natural comprimido.
El periódico La Nación informó ayer de que YPF (cuyo 84% pertenece a Repsol y el 15% a la familia Eskenazi, que tiene la gestión de la filial) importará gasolina después de tres décadas en las que ninguna petrolera argentina lo haya hecho. Hasta hace poco, este país exportaba gasolina.
El portavoz de YPF confirmó la compra de combustible en el exterior y la atribuyó a dos factores: al "crecimiento de la demanda", después de la recesión de 2009, y al hecho de que sus competidores -la brasileña Petrobras, la anglo-holandesa Royal Dutch / Shell y la estadounidense Exxon Mobil- disminuyeron la producción y elevaron los precios. El portavoz de Exxon Mobil Argentina respondió que había aumentado su oferta en lo que va de 2010.
En las últimas semanas, algunas gasolineras han sufrido momentáneas interrupciones de las ventas por falta de suministro, al tiempo que los precios aumentaban a costes todavía menores que los de Brasil, pero mayores a los de Venezuela, por citar dos países petroleros suramericanos.
En el último año y medio, la gasolina se encareció el 20%, y el gasóleo, el 40%, mientras que desde 2005 han cerrado 3.500 gasolineras por la caída de la rentabilidad. Las que sobreviven han recortado su plantilla y ahora se enfrentan a una petición del sindicato de que se aumenten los sueldos un 30% ante la creciente inflación que se ha recalentado de la mano de la reactivación económica.

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